La anatomía del movimiento pone en juego, principalmente, tres sistemas: los huesos, elementos del esqueleto unidos mediante las articulaciones y movilizados por los músculos. Además existen unos sistemas auxiliares.
Antes de ver los aspectos generales sobre estos tres sistemas, estudiaremos los acuerdos que se han adoptado para facilitar el estudio:
- Postura anatómica universal.
- Planos, ejes y direcciones.
Postura anatómica universal Se estudia en el sujeto anatómico vivo, en una postura anatómica universal:
- de pie, mirada al frente (al infinito);
- talones juntos, pies en forma de V;
- brazos colgando a ambos lados del tronco, ligeramente separados, palmas hacia delante;
- se considera al sujeto anatómico en esta posición anatómica;
- se pueden estudiar o distinguir planos, ejes y direcciones.
Planos, ejes y direcciones
- El eje vertical es el que está perpendicular al plano transversal. Este plano divide el cuerpo en dos mitades: la superior y la inferior.
- El eje transversal es el que está perpendicular al plano sagital o anteroposterior. Este plano divide el cuerpo en dos mitades: la derecha y la izquierda.
- El eje sagital o anteroposterior es el que está perpendicular al plano frontal.
Este plano divide el cuerpo en dos mitades: la anterior y la posterior.
Los ejes y los planos nos permiten estudiar las direcciones:
• Dirección superior o craneal (la laringe es más craneal, está más cerca del cráneo que del corazón).
• Dirección inferior o caudal (de cola).
• Dirección interna o medial (está más cerca de la línea media. En el caso del antebrazo, el hueso interno o medial es el cúbito).
• Dirección externa o lateral (en el caso del antebrazo, el hueso lateral o externo es el radio).
GENERALIDADES DE LOS HUESOS
Los huesos constituyen la parte más sólida del organismo humano y de la mayoría de los animales vertebrados. Sirven de protección para las partes blandas y de punto de inserción de la mayoría de los músculos y, por esta razón, como órgano de movilidad pasiva, envuelven y preservan, parcialmente, los órganos internos más débiles y relevantes.
Clasificamos los huesos en: largos, cortos y planos.
En los huesos largos, para su estudio, se distinguen tres partes: la parte central, denominada cuerpo o diáfisis, y los dos extremos, denominados epífisis. La epífisis superior se denomina epífisis proximal o craneal y la epífisis inferior es la epífisis distal o caudal.
Los extremos están unidos al cuerpo por dos cartílagos en la gente joven y en el niño. Este cartílago se denomina cartílago de conjunción. Con el tiempo este cartílago se osifica, pero antes de osificarse permite el crecimiento en longitud del hueso largo. Si en la adolescencia se lesiona el hueso, éste no crece.Los huesos tienen, en su superficie, una membrana fibrosa muy firme, íntimamente adherida a toda su superficie, denominada periostio, de la cual proceden la nutrición y el crecimiento transversal (en grosor).
En el interior del cuerpo o diáfisis se encuentra un conducto medular. Dentro de este conducto se encuentra la médula o médula ósea roja. En la médula (médula ósea) se originan los glóbulos rojos de la sangre. Si se lesiona la médula (p. ej., por radiaciones o sustancias químicas), se atrofia, no produce glóbulos rojos, lo cual provoca una anemia aplásica (irreversible). También puede existir alteraciones en la médula, así como en el número de glóbulos rojos y blancos. En estos casos se efectúan implantes (no trasplantes) de médula (de un familiar, para que no haya rechazo). Se aspira la médula del donante y se implanta en el paciente. Se denomina anemia si el número de glóbulos rojos es inferior al normal. Si el número de glóbulos blancos se eleva excesivamente, se denomina leucemia.
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