PIEL

 



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Desarrollo de la piel
  • La  epidermis, un tejido epitelial superficial derivado del ectodermo de superficie embrionario.
  • La  dermis, localizada bajo la epidermis, una capa profunda constituida por tejido conjuntivo denso e irregularmente dispuesto derivad o del  mesénquima.
                          

La epidermis

La piel es un sistema complejo y el órgano más grande del cuerpo. La piel está constituida por dos capas:

Las interacciones entre el ectodermo  (epidermis) y el mesénquima (dermis) involucran diversos mecanismos inductivos de carácter recíproco mediados por un conjunto conservado de moléculas de señalización entre las que se encuentran WNT, el factor de crecimiento fibroblástico (FGF) o el factor  β  de crecimiento transformador  β  (TGF- β ). Las estructuras de la piel son distintas en las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, la piel de los párpados es delgada y blanda y posee pelos finos, mientras que la piel de las cejas es gruesa y presenta asimismo pelos gruesos. La piel embrionaria está constituida a las 4-5 semanas por una única capa de ectodermo de superficie situada sobre el mesodermo.

El crecimiento epidérmico tiene lugar por fases, en relación con el incremento de grosor de la epidermis. Alrededor de las semanas segunda y tercera, el esbozo de la epidermis consiste en una capa única de células ectodérmicas indiferenciadas. Durante las semanas cuarta a sexta, estas células proliferan y forman una capa externa simple de epitelio escamoso, el  peridermo,  y una capa basal compuesta por fibras colágenas y laminina, en la zona de la membrana basal.

Las células del peridermo experimentan un proceso continuado de  queratinización  y  descamación  (eliminación de la  cutícula,  la capa externa y delgada) y son sustituidas por células que proceden de la  capa basal. La queratinización de la piel comienza entre las semanas 19 y 20, iniciándose en las palmas de las manos, las plantas de los pies, la cabeza y la cara. Las células del peridermo exfoliadas  forman parte de una sustancia lipídica y de coloración blanquecina, la  vérnix caseosa,  que cubre la piel fetal. Durante el período fetal, la vérnix protege a la piel en desarrollo frente a la exposición constante al líquido amniótico, con su contenido elevado en orina, sales biliares y células descamadas. Por otra parte, la vérnix también facilita la expulsión del feto en el parto.

Entre las semanas 8 y 11, la proliferación de la capa basal forma una capa de células madre profundas al peridermo. Este estrato germinativo produce células nuevas que se desplazan hacia las capas más superficiales. Hacia la semana 14, las células del estrato germinativo han formado una capa intermedia que se diferencia y contribuye a la formación de la epidermis queratinizada madura. La reposición de las células peridérmicas continúa hasta aproximadamente la semana 21; a partir de ese momento el  peridermo desaparece  y se forma el  estrato córneo  a partir del  estrato lúcido.  La proliferación de las células en el estrato germinativo también forma  crestas epidérmicas  que se extienden hacia la dermis en desarrollo. Estas crestas comienzan a aparecer en los embriones de 10 semanas y se establecen de manera permanente hacia la semana 19; las correspondientes a la mano aparecen alrededor de 1 semana antes que las correspondientes al pie. Las  crestas epidérmicas producen surcos  en la superficie de las palmas de las manos y las plantas de los pies, incluyendo los dedos de ambos. Las huellas dactilares se encuentran ya presentes en los fetos de 6 meses. El tipo de patrón que se desarrolla está determinado genéticamente y constituye la base del estudio de las huellas dactilares en los ámbitos judicial y de la genética médica. Los complementos cromosómicos anómalos alteran el desarrollo de los patrones de las crestas epidérmicas; por ejemplo, aproximadamente el 50% de los lactantes con síndrome de Down presentan patrones específicos en sus manos y pies que tienen valor diagnóstico.

Fases avanzadas del período embrionario

En fases más avanzadas del período embrionario, las  células de la cresta neural  migran hacia el mesénquima de la dermis en desarrollo y se diferencian hacia  melanoblastos. Después, estas células migran hacia la  unión dermoepidérmica  y se diferencian hacia melanocitos (células productoras de pigmento. La diferenciación de los melanoblastos hacia melanocitos conlleva la formación de  gránulos de pigmento. La vía de señalización Wnt está implicada en este proceso. Los melanocitos aparecen en la piel en desarrollo a los 40-50 días, inmediatamente después de la migración de las células de la cresta neural. En las personas de raza blanca, los cuerpos celulares de los melanocitos están confinados generalmente en las capas basales de la epidermis; sin embargo, sus prolongaciones dendríticas se extienden entre las células de la epidermis. Normalmente, en la dermis solo hay unas pocas células que contienen melanina.

Los melanocitos comienzan a producir melanina antes del nacimiento y la distribuyen entre las células epidérmicas. La producción de melanina es regulada por vías biosintéticas intrínsecas y reacciones enzimáticas que incluyen la enzima tirosinasa. La formación de pigmento se puede observar antes del nacimiento en la epidermis de los fetos pertenecientes a razas de piel oscura; no obstante, es escasa la evidencia de este tipo de actividad en los fetos de razas de piel clara. El contenido relativo de melanina en el interior de los melanocitos explica las diferencias en el color de la piel.  La transformación del ectodermo de superficie en la epidermis definitiva con múltiples capas se debe a la persistencia de las interacciones inductivas con la dermis. La piel es gruesa (ver imagen -microscópica) o fina en función del grosor de la epidermis.

  • La piel gruesa cubre las palmas de las manos y las plantas de los pies; carece de folículos pilosos, músculos erectores de los pelos y glándulas sebáceas, pero posee glándulas sudoríparas.
  • La piel fina cubre la mayor parte del resto del cuerpo; contiene folículos pilosos, músculos erectores de los pelos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas.





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