I
El tejido óseo es una variedad de tejido conectivo especializado, en el cual la matriz
extracelular está mineralizada, lo que le confiere la dureza y resistencia característica de este
tejido.
La matriz ósea contiene colágeno tipo I, colágeno tipo V, glucosaminoglucanos, glucoproteínas y sialoproteínas.
Similar a lo que ocurre en el tejido cartilaginoso dentro de la matriz mineralizada del tejido óseo hay espacios denominados osteoplastos; cada uno de los cuales está ocupado por una célula ósea madura u osteocito.
Estas células emiten numerosas prolongaciones que se anastomosan entre sí (se unen entre sí), lo que permite la nutrición del tejido; este sistema intrincado de canales se denomina sistema canalicular de nutrición.
Además de los osteocitos el tejido óseo cuenta con otros tipos de células:
- Células osteoprogenitoras.
- Osteoblastos.
- Osteoclastos.
Ahora bien, el tejido óseo se clasifica desde el punto de vista histológico de la siguiente
manera:
- A. Tejido óseo inmaduro.
- B. Tejido óseo maduro:
- B.1. Laminado: compacto, esponjoso.
- B.2. Fibroso.
A. El tejido óseo inmaduro se forma de manera rápida y desordenada, razón por la cual
este tipo de tejido no muestra un aspecto laminillar organizado. Contiene una cantidad
mayor de células si se compara con los otros tipos de tejido óseo. Al microscopio óptico
de luz este tejido se observa basófilo.
B. El tejido óseo maduro se forma de manera lenta y ordenada; el hueso compacto
histológicamente está compuesto por unidades llamadas osteonas o sistemas de
Havers. Por su parte, el tejido óseo maduro esponjoso posee una estructura similar al
tejido compacto con la diferencia de que no se observan las osteonas.
El proceso por medio del cual se forma el tejido óseo se denomina osificación y puede ser de
dos tipos:
Osificación intramembranosa.
Osificación endocondral.
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